Saber distinguir a los verdaderos pastores... Este es un gran desafío para quienes, en este momento de grave crisis en la Iglesia, nos sentimos un poco abandonados. Digo un poco porque es Dios mismo quien nos sostiene pero es innegable que también es una gran ayuda espiritual sentirse acompañado, sostenido, confirmado en la Fe.
Mons. Schneider representa uno de los pocos obispos que tienen el coraje, la valentía de llamar las cosas por su nombre!
Que existen miembros del clero traidores es una realidad que no se puede ocultar y quienes traicionan a los humildes, a los ignorantes, a los pobres, son doblemente culpables!
Que el Señor nos envíe Obispos y sacerdotes como mons. Schneider para que podamos seguir el VERDADERO camino que nos conduce hacia El!
Amén!
Miserere
lunes, 18 de agosto de 2014
MONSEÑOR SCHNEIDER: EXISTEN CLÉRIGOS Y OBISPOS TRAIDORES A LA FE
Entrevista con el Obispo Athanasius Schneider, Obispo Auxiliar de Astana, Kazajistán.
Mons Schneider: Por mi conocimiento y experiencia, la herida más profunda de la crisis actual de la Iglesia es la herida eucarística; los abusos del Santísimo Sacramento. Muchas personas están recibiendo la Sagrada Comunión en un estado objetivo de pecado mortal … Esto se está extendiendo en la Iglesia, especialmente en el mundo occidental. Hay gente que muy rara vez van a la Santa Comunión con una preparación suficiente. Algunas personas que acuden a la Santa Comunión viven en situaciones morales irregulares, que no se corresponden con el Evangelio. Parejas amancebadas, divorciados vueltos a casar, casados por lo civil, los cuales sin embargo van a recibir la Santa Comunión. Creo que esta es una situación muy, muy grave.
También está la cuestión de la recepción objetivamente irreverente de la Sagrada Comunión. La denominada nueva manera moderna de recibir la Sagrada Comunión directamente en la mano es muy grave, ya que expone a Cristo a una enorme banalidad, por no hablar del hecho grave de la pérdida de fragmentos eucarísticos. Nadie puede negar esto. Y los fragmentos de la hostia consagrada son aplastados por los pies. ¡Esto es horrible! ¡Nuestro Dios, pisoteado en nuestras iglesias! Nadie puede negarlo.
- LA COMUNIÓN EN LA MANO FACILITA EL ROBO DE HOSTIAS Y QUE FRAGMENTOS CONSAGRADOS CAIGAN AL SUELO PARA SER PISOTEADOS
- OBISPOS Y SACERDOTES PROTEGEN SU CASA PERO NO A JESÚS EN LA EUCARISTÍA
- CLÉRIGOS TRAIDORES PRETENDEN CAMBIAR LA LEY DE DIOS AL IMPULSAR LA COMUNIÓN PARA DIVORCIADOS DIZQUE VUELTOS A "CASAR"
- ALGUNOS ESTÁN EN PUESTOS CLAVE
- LA CRISIS EMPEORARÁ EN LA IGLESIA; LUEGO, ÉSTA RESURGIRÁ RENOVADA
Mons Schneider: Por mi conocimiento y experiencia, la herida más profunda de la crisis actual de la Iglesia es la herida eucarística; los abusos del Santísimo Sacramento. Muchas personas están recibiendo la Sagrada Comunión en un estado objetivo de pecado mortal … Esto se está extendiendo en la Iglesia, especialmente en el mundo occidental. Hay gente que muy rara vez van a la Santa Comunión con una preparación suficiente. Algunas personas que acuden a la Santa Comunión viven en situaciones morales irregulares, que no se corresponden con el Evangelio. Parejas amancebadas, divorciados vueltos a casar, casados por lo civil, los cuales sin embargo van a recibir la Santa Comunión. Creo que esta es una situación muy, muy grave.
También está la cuestión de la recepción objetivamente irreverente de la Sagrada Comunión. La denominada nueva manera moderna de recibir la Sagrada Comunión directamente en la mano es muy grave, ya que expone a Cristo a una enorme banalidad, por no hablar del hecho grave de la pérdida de fragmentos eucarísticos. Nadie puede negar esto. Y los fragmentos de la hostia consagrada son aplastados por los pies. ¡Esto es horrible! ¡Nuestro Dios, pisoteado en nuestras iglesias! Nadie puede negarlo.
Y esto está sucediendo a gran
escala. Para una persona con fe y amor a Dios es un fenómeno muy grave.
No podemos seguir como si Jesús como Dios no existiera, como si sólo
existiera el pan. Esta práctica moderna de la Comunión en la mano no
tiene nada que ver con la práctica de la Iglesia antigua (haz clic AQUÍ).
La práctica moderna de la recepción de la Comunión en la mano
contribuye gradualmente a la pérdida de la fe católica en la presencia
real y de la transubstanciación. Un sacerdote y un obispo no pueden
decir que esta práctica no está mal. Aquí está en juego lo más santo, lo
más divino y concreto que hay en la tierra.
Pregunta: ¿No considera que usted está sólo defendiendo esto?
Mons Schneider: Estoy realmente
triste sintiéndome como alguien gritando en el desierto. La crisis
eucarística por el uso moderno de la Comunión en la mano es tan
evidente. No es una exageración. Es hora de que los obispos eleven sus
voces por Jesús Eucarístico, quien no tiene voz para defenderse. Esto es
un ataque contra el Santo de los santos, un ataque a la fe eucarística.
Por supuesto que hay personas que
reciben la Santa Comunión en la mano con mucha devoción y fe, pero son
una minoría. La gran masa, sin embargo, están perdiendo la fe a través
de esta forma tan banal de tomar la Santa Comunión como si fuera un
alimento común, como una patata o un pastel. Tal manera de recibir la
sagrada comunión aquí en la tierra no es sagrada, y destruye con el
tiempo la profunda toma de conciencia y la fe católica en la presencia
real y la transubstanciación.
Pregunta: ¿está yendo la Iglesia en la dirección opuesta hacia la que usted va?
Mons Schneider: Parece que la mayor
parte del clero y los obispos están contentos con este uso moderno de la
Comunión en la mano y no se dan cuenta de los peligros reales
relacionados con esta práctica. Para mí esto es increíble. ¿Cómo es
posible esto, cuando Jesús está presente en cada partícula de la Hostia?
Un sacerdote y un obispo deben decir: “Tengo que hacer algo, por lo
menos para reducir gradualmente esto. Haré todo lo que pueda hacer”.
Lamentablemente, sin embargo, son miembros del clero los que están
haciendo propaganda del uso moderno de la Comunión en la mano y, a
veces, prohíben recibir la Comunión en la boca y de rodillas. Incluso
hay sacerdotes que discriminan a los que se arrodillan para recibir la
Santa Comunión. Esto es muy, muy triste.
También
hay un robo cada vez mayor de Hostias a causa de la distribución de la
Comunión directamente en la mano. Hay una red, un negocio, del robo de
Sagradas Hostias y esto se ve grandemente muy facilitado por la Comunión
en la mano.
¿Por qué yo, como sacerdote y
obispo, expongo a Nuestro Señor a tal peligro, a tal riesgo? Cuando
estos obispos o sacerdotes [que aprueban de la Comunión en la mano]
tienen algún objeto de valor nunca lo exponen a un gran peligro de que
se pierde o sea robado. Protegen su casa, pero que no protegen a Jesús y
permiten que sea robado fácilmente.
Pregunta: Respecto al cuestionario previo al sínodo de la familia, la gente está esperando grandes cambios.
Mons. Schneider: Hay en este asunto
mucha propaganda de los medios de comunicación de masas. Tenemos que ser
muy cuidadosos. Existen medios de comunicación oficialmente
anti-cristianos en todo el mundo. En casi todos los países las noticias
tienen el mismo contenido, con la excepción quizás de los países
africanos y asiáticos o en el Este de Europa. Sólo a través de Internet
pueden expresarse tus propias ideas. Demos gracias a Dios que existe
internet.
La idea de los cambios en el
matrimonio y las leyes morales que se harían en el próximo sínodo de
obispos en Roma, en su mayoría provienen de los medios de comunicación
anti-cristianos. Y algunos del clero y católicos están colaborando con
ellos en la difusión de las expectativas del mundo anticristiano de
cambiar la ley de Dios sobre el matrimonio y la sexualidad. Es un ataque
por el mundo anti-cristiano y es muy trágico y triste que algunos
clérigos estén colaborando con ellos. Para argumentar a favor de un
cambio de la ley de Dios utilizan en una especie de sofisma con el
concepto de misericordia. Pero en realidad esto no es misericordia, es
crueldad.
No es misericordia, por ejemplo, si
alguien tiene una enfermedad que lo dejemos en un estado miserable.
Esto es crueldad. Yo no le daría, por ejemplo, azúcar a un diabético,
sería cruel de mi parte. Me gustaría tratar de sacar a alguien de esta
situación y darle otras comida. Tal vez a ellos no les guste, para
empezar, pero será mejor para ellos. Aquellos clérigos que quieren
admitir a los divorciados casados de nuevo a la Santa Comunión operan
con un falso concepto de la misericordia. Es comparable con un médico
que da azúcar al paciente, aunque sabe que lo matará. El alma es más
importante que el cuerpo.
Si los obispos admiten a los
divorciados vueltos a casar a la Santa Comunión, estarían confirmándolos
en sus errores a los ojos de Dios. Los obispos cerrarán así la voz de
sus conciencias, empujándolos aún más en la situación irregular en que
viven sólo por el bien de esta vida temporal, olvidando que después de
esta vida, sin embargo, vendrá el juicio de Dios.
Este tema será discutido en el
sínodo. Esto está en la agenda. Pero espero que la mayoría de los
obispos que todavía tienen mucho espíritu católico y fe rechacen la
propuesta de referencia y no acepten esto.
Pregunta: ¿Cuál es la crisis que menciona?
Mons. Schneider: Es una crisis más
amplia que la recepción del Santísimo Sacramento. Creo que esta cuestión
de la recepción de la Sagrada Comunión por los divorciados vueltos a
casar va a explotar y mostrar la verdadera crisis en la Iglesia. La
verdadera crisis de la Iglesia es el antropocentrismo, olvidando el
cristocentrismo. De hecho, este es el mal más profundo, cuando el hombre
o el clero están poniéndose a sí mismos en el centro cuando están
celebrando la liturgia y cuando están cambiando la verdad revelada de
Dios, por ejemplo, relativa al Sexto Mandamiento y la sexualidad humana.
La crisis se manifiesta también en
la manera en que el Señor eucarístico es tratado. La Eucaristía es el
corazón de la Iglesia. Cuando el corazón está débil, todo el cuerpo es
débil. Así que cuando la práctica en torno a la Eucaristía es débil,
entonces el corazón y la vida de la Iglesia es débil. Y cuando las
personas no tienen una visión más sobrenatural de Dios en la Eucaristía y
empieza la adoración del hombre, y luego también la doctrina cambiará
según el deseo del hombre.
Esta crisis es cuando nos ponemos,
incluidos los sacerdotes, en el centro y cuando Dios se pone en una
esquina y esto está sucediendo también materialmente. El Santísimo
Sacramento está a veces en un sagrario lejos del centro, mientras que la
silla del sacerdote está en el centro. Ya hemos estado en esta
situación durante 40 o 50 años y existe el peligro real de que Dios y
sus mandamientos y leyes se pongan en en el lado y el hombre por deseo
natural en el centro. Hay conexión causal entre la Eucaristía y la
crisis doctrinal.
Nuestro primer deber como seres
humanos es adorar a Dios, no a nosotros, sino a Él. Por desgracia, la
práctica litúrgica de los últimos 40 años ha sido muy antropocéntrica.
La participación en la liturgia, en primer lugar, no se trata de hacer
cosas, sino orar y adorar, amar a Dios con toda nuestra alma. Esta es la
verdadera participación, estar unidos con Dios en tu alma. La
participación exterior no es esencial.
La crisis es realmente esto: no
hemos puesto a Cristo o Dios en el centro. Y Cristo es Dios encarnado.
Nuestro problema hoy es que guardamos la encarnación. La hemos
eclipsado. Si Dios permanece en mi mente sólo como una idea, esto es
gnóstico. En otras religiones, por ejemplo, judíos, musulmanes, Dios no
se encarna. Para ellos, Dios está en el libro, pero Él no es concreto.
Sólo en el cristianismo, y realmente en la Iglesia Católica, la
encarnación es plenamente efectiva y tenemos que hacer hincapié de esto,
por tanto, también en cada punto de la liturgia. Dios está aquí y
realmente presente. Así que cada detalle tiene un significado.
Estamos viviendo en una sociedad no cristiana, en un nuevo paganismo. La tentación de hoy para el clero es adaptarse al nuevo mundo para el nuevo paganismo, ser colaboracionistas.
Nos encontramos en una situación similar a la de los primeros siglos,
cuando la mayoría de la sociedad era pagana y el cristianismo fue objeto
de discriminación.
Pregunta: ¿Piensa usted que puede ver esto por su experiencia en la Unión Soviética?
Mons. Schneider: Sí, sé lo que es
ser perseguido por dar testimonio de que eres cristiano. Somos una
minoría. Estamos rodeados de un mundo pagano muy cruel. La tentación y
el reto de hoy en día se pueden comparar con los primeros siglos. Se
pidió a los cristianos aceptar el mundo pagano y mostrar esto quemando
un grano de incienso frente a la estatua del emperador o de un ídolo
pagano. Pero esto era idolatría y ningún buen cristiano ponía ningún
grano de incienso allí. Preferían dar la vida, incluso niños y laicos
fueron perseguidos y dieron sus vidas. Lamentablemente hubo en el primer
siglo miembros del clero y hasta obispos que ponían granos de incienso
en la estatua del emperador o de un ídolo pagano, e incluso que
entregaron los libros de la Sagrada Escritura para ser quemados. Tales
cristianos y clérigos colaboracionistas fueron llamados en aquellos
tiempos “thurificati” o “traditores”.
Ahora, en nuestros días la
persecución es más sofisticada. Católicos o miembros del clero no están
pidiendo que pongamos un poco de incienso delante de un ídolo. Sería
sólo material. Ahora, el mundo neo-pagano quiere que tomemos sus ideas,
como la disolución del sexto mandamiento de Dios, con el pretexto de la
misericordia. Si algunos clérigos y obispos comienzan a colaborar con
el mundo pagano hoy en esta disolución del sexto mandamiento y en la
revisión de la forma en que Dios creó al hombre y la mujer, entonces son
traidores a la fe, que están participando en última instancia, en el
sacrificio pagano.
Pregunta: ¿Se puede ver venir una división en la Iglesia?
Mons. Schneider: Desgraciadamente,
desde hace algunas décadas algunos clérigos han aceptado estas ideas del
mundo. Ahora, sin embargo ellos están siguiéndolas públicamente. Si
esto continúa, creo, habrá una división interior de la Iglesia de los
que son fieles a la fe de su bautismo y de la integridad de la fe
católica. Habrá una división con los que están asumiendo el espíritu de
este mundo y será una clara división, creo. ¿Puede uno imaginarse que
los católicos que permanecen fieles a la verdad católica inmutable
puedan, por un tiempo, ser perseguidos o discriminados, incluso en
nombre de los que tiene el poder en las estructuras exteriores de la
Iglesia? Pero las puertas del infierno, es decir, de la herejía, no
prevalecerán contra la Iglesia y el Magisterio Supremo seguramente
emitirá una declaración doctrinal inequívoca, rechazando cualquier tipo
de colaboración con las ideas neo-paganas de cambiar, por ejemplo, el
sexto mandamiento de Dios, el significado de la sexualidad y de la
familia. Entonces algunos “liberales”, y muchos colaboradores con el
espíritu de este mundo, muchos modernos “thurificati et traditores”
saldrán de la Iglesia. Porque la verdad Divina sin resistencia trae la
aclaración, nos hará libres, y se separará en medio de la Iglesia a los
hijos de la luz divina y los hijos de la de la pseudo-luz de este mundo
pagano y anticristiano. Puedo presumir que tal separación afectará a
cada nivel de los católicos: laicos e incluso sin excluir el alto clero.
Esos clérigos que aceptan hoy el espíritu del mundo pagano en la moral y
la familia se declaran católicos e incluso fieles al Papa. Incluso
declaran extremistas los que son fieles a la fe católica o aquellos que
promueven la gloria de Cristo en la liturgia.
Pregunta. ¿Que siente cuando declaran que usted es un extremista?
Mons. Schneider: No he sido
declarado oficialmente como tal. Yo diría que estos clérigos no se
encuentran en la mayoría, sino que han adquirido una gran influencia en
la Iglesia. Se las arreglaron para ocupar algunos puestos clave en algunas oficinas de la Iglesia. Sin embargo, este no es el poder a los ojos de Dios. Verdaderamente poderosos son los más pequeños en la Iglesia, los que conservan la fe.
Estos pequeños de la Iglesia han
sido abandonados y descuidados. Han mantenido la pureza de su fe y
representan el verdadero poder de la Iglesia a los ojos de Dios, y no
los que están en la administración. Gracias a Dios, el número de estos
pequeños está creciendo.
Hablé por ejemplo, con los jóvenes
estudiantes en Oxford y estaba impresionado por estos estudiantes,
estaba muy contento de ver la pureza de la fe y sus convicciones, y la
mente católica clara. Estos ejemplos y grupos están creciendo en la
Iglesia y esta es la obra del Espíritu Santo que renovará la Iglesia.
Así que me siento confiado y esperanzado también respecto de esta crisis
en la Iglesia. El Espíritu Santo va a ganar esta crisis con este pequeño ejército.
No estoy preocupado por el futuro.
La Iglesia es la Iglesia de Cristo y Él es la cabeza real de la Iglesia,
el Papa sólo es el Vicario de Cristo. El alma de la Iglesia es el
Espíritu Santo y Él es poderoso. Sin embargo ahora estamos
experimentando una profunda crisis en la Iglesia como ocurrió varias
veces en dos mil años.
Pregunta. ¿Va a empeorar antes de mejorar?
Mons. Schneider: Tengo la impresión de que va a ser peor. En algún momento las cosas tienen que ir a las profundidades y luego se
verá el colapso de este sistema antropocéntrico, de oficina, que está
abusando del poder la administración eclesiástica, abusando de la
liturgia, abusando de los conceptos de Dios, abusando de la fe y la
piedad de los más pequeños en la Iglesia.
Entonces veremos el resurgir de una
Iglesia renovada. Esto ya se está preparando. Entonces este edificio
clerical liberal se colgará hacia abajo porque no tienen raíces ni
frutos.
Pregunta. ¿Cuánto tiempo pasará antes de que se renueve a la Iglesia?
Mons. Schneider: Yo no soy un
profeta. Sólo podemos suponer. Pero, si nos fijamos en la historia de la
Iglesia, la crisis más profunda fue en el siglo IV, que era el
arrianismo. Esta fue una tremenda crisis, todo el episcopado, casi
todos, colaboraron con la herejía. Sólo algunos obispos se mantuvieron
fieles, se podían contar con los dedos de una mano. Esta crisis duró
más o menos 60 años.
Veamos también la terrible crisis
del llamado siglo oscuro, el siglo 10, cuando el papado fue ocupado por
algunas familias romanas muy malas e inmorales. Ellos ocuparon la silla
papal con sus hijos corruptos, y fue una crisis terrible.
El próximo período de daño ha sido
el llamado exilio de Aviñón y fue muy perjudicial para la Iglesia,
provocando el gran cisma occidental. Todas estas crisis duraron de 70 a
80 años y fueron muy dañinas para la Iglesia.
Ahora estamos, diría yo, en la
cuarta gran crisis, en una tremenda confusión en la doctrina y la
liturgia. Ya llevamos así 50 años. Tal vez Dios tenga misericordia de
nosotros dentro de 20 o 30 años. Sin embargo, tenemos toda la belleza de
las verdades divinas, del amor divino y la gracia en la Iglesia. Nadie
puede quitarme esto, ningún sínodo, ningún obispo, ni siquiera un Papa
puede quitar el tesoro y la belleza de la fe católica, de Jesús
Eucaristía, de los sacramentos. La doctrina inmutable, los principios
litúrgicos inmutables, la santidad de la vida constituye el verdadero
poder de la Iglesia.
Pregunta. Nuestro tiempo es visto como una era mucho más liberal en la Iglesia.
Mons. Schneider: Tenemos que orar para que Dios guíe a su Iglesia en esta crisis y nos dé apóstoles de la Iglesia valientes y santos. Necesitamos defensores de la verdad y defensores de Jesús Eucaristía. Cuando
un obispo está defendiendo a las ovejas y defendiendo a Jesús en la
Eucaristía, este obispo está defendiendo a los más pequeños en la
Iglesia, no a los poderosos.
Pregunta. ¿Que opina de compartir la Santa Comunión con los anglicanos y los demás?
Mons. Schneider: Esto no es posible. Hay diferentes religiones. La Sagrada Comunión no es un medio para lograr la unidad. Es el último paso (luego de la conversión),
no el primer paso. Sería una profanación del Santísimo. Por supuesto,
tenemos que ser uno. Sin embargo, tenemos diferencias en las creencias,
algunas diferencias sustanciales. La Eucaristía es un signo de la unidad
más profunda. Sería una mentira, sería contradictorio con la lógica
compartir la Santa Comunión con los no católicos.
El ecumenismo es necesario para
estar en contacto con nuestros hermanos separados, para amarlos. En
medio del desafío del nuevo paganismo, podemos y tenemos que colaborar
con no católicos serios defendiendo la verdad divina revelada (en aquello en que la creen) y la ley natural creada por Dios.
Sería mejor no tener una estructura de este tipo cuando el Estado rige la vida de la Iglesia, tales como el nombramiento de los clérigos u obispos. Esta práctica de una iglesia estatal sería perjudicial para la propia Iglesia. En Inglaterra, por ejemplo, el estado gobierna la Iglesia de Inglaterra. Tal influencia estatal puede corromper la iglesia espiritual y teológicamente, entonces es mejor no ser una Iglesia de Estado.
Pregunta. Y las mujeres en la Iglesia.
Por supuesto, ha habido muchos
hombres valientes en las persecuciones. Sin embargo, Dios ama a elegir
los más débiles para confundir a los poderosos. Por ejemplo, las mujeres
Eucarística, del que ya os hablé en mi libro Dominus est, trabajaron en
sus familias y ayudando a los sacerdotes perseguidos de una manera muy
excepcional. Ellas nunca se hubieran atrevido a tocar a la sagrada
Hostia con sus dedos. Ellas se niegan a leer incluso una lectura durante
la Misa. Mi madre, por ejemplo, que todavía vive en Alemania, 82 años
de edad, cuando fue por primera vez a Occidente, ella se sorprendió,
escandalizada, ver a las mujeres en el presbiterio durante la Santa
Misa. El verdadero poder de la mujer cristiana y católica es el poder de
ser el corazón de la familia, Iglesia doméstica, tener el privilegio de
ser la primera que da el alimento para el cuerpo de su hijo y también
para ser la primera que da el alimento a las almas de los niños, la
enseñanza de la primera oración y las primeras verdades de la fe
católica. La profesión más prestigiosa y hermosa de una mujer es ser
madre, y sobre todo ser una madre católica.