Yo no voy a unirme a la celebración de una abominación que tantas vidas y tantas heridas a la Iglesia han costado, que tantas guerras ha producido... NO, NO EN MI NOMBRE!!!!!
Viva Cristo Rey! Viva la Iglesia Católica! Vivan los Santos Mártires John Fisher, Tomás Moro y demás compañeros mártires del protestantismo de todas las épocas!
Miserere
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ADELANTE LA FE
¿Conmemorar el protestantismo? Francisco, no en mi nombre
26/01/2016
Ayer nos vimos de nuevo alterados con la noticia de que el Papa Francisco ahora resulta que irá a “participar en una ceremonia conjunta entre la Iglesia Católica y la Federación Luterana Mundial para conmemorar el 500° aniversario de la Reforma [protestante], en programa en Lund, Suecia, el 31 de octubre de 2016”."Es lícito encolerizarse cuando se sabe qué especie de traidores, ladrones y asesinos son los papas, sus cardenales y legados. Le complacería a Dios que varios reyes de Inglaterra se empeñaran en acabar con ellos.Castigamos a los ladrones a espada; ¿por qué no hemos de agarrar al Papa, a los cardenales y a toda la pandilla de la Sodoma romana y lavarnos las manos en su sangre?Todos estos caerán cuando su sacrílega y abominable Misa haya sido reducida a polvo” (Martín Lutero)
Dejando de lado la nada desdeñable casualidad de que la fecha sea el
día satánico por excelencia de Halloween, me pregunto qué tiene el Papa
que conmemorar de la herejía y apostasía que ha desgarrado la Fe de
miles de almas sepultándolas al infierno. Reforma para la cual la propia
Iglesia estableció una Contrarreforma y, en especial, un glorioso
Concilio como fue el de Trento, al que hace décadas se le quiere
sepultar en el olvido y que con este acto se le dará oficialmente el
acta de defunción, si es que quedaba algún resto de él.
Papa Francisco, ¿usted sabe que hubo cientos de mártires católicos
que dieron su vida por defender la Verdad frente a la Reforma que quiere
conmemorar?
Los mártires cartujos de Londres
¿Qué le dirían ese 31 de octubre a usted las decenas de mártires
cartujos de Londres, un San Fidel de Sigmaringa, o San Juan
Fisher y Santo Tomás Moro, decapitados ambos por sus amigos de la
Reforma por el único motivo de defender la fe católica ?
O peor aún ¿se le ha ocurrido qué pueden pensar los conversos del
protestantismo de que vaya a conmemorar aquello de lo que ellos tuvieron
el valor de renegar? ¿qué piensa le dirían a usted el 31 de octubre
un cardenal Newman, Benson, Chesterton o tantos otros que aceptaron la
llamada del Espíritu -esta sí la de verdad, y no la de sus sorpresas-
para dejar el cisma y la herejía por la Iglesia que usted debería
representar?
Párese por favor un momento y piénselo detenidamente.
Usted va a tener el dudoso honor de unirse a otros que se empeñaron en lo mismo. ¿Sabe que “grandes perseguidores de la Iglesia hayan festejado su memoria. Así, Hitler mandó proclamar fiesta nacional en Alemania la fecha conmemorativa del 31 de octubre
de 1517, cuando el fraile agustino rebelde fijó, en las puertas de la
iglesia de Wittenberg, las famosas 95 proposiciones contra la
supremacía y las doctrinas pontificias. Y a pesar de todo el ateísmo
oficial del régimen comunista, el doctor Erich Honnecker,
presidente del Consejo de Estado y del Consejo de Defensa (el primer
hombre de la República Democrática Alemana), aceptó encabezar el
comité que, en plena Alemania roja, organizó las aparatosas
conmemoraciones de Lutero este año (cfr. ‘German Comments’, de
Osnabrück, Alemania occidental, abril de 1983)” [1]? .
Papa Francisco, ¿así es como quiere reformar la Iglesia? ¿esta es la
misericordia que tiene preparada para los fieles? ¿regarlos de
confusión? ¿qué podemos pensar de conmemorar a quien dice que la Santa
Misa es abominable y sacrílega?
Me cuesta creer que no sepa nada de esto, ignorancia que sería
preocupante dado el puesto que ocupa, y necesariamente no cabe otra que
creer que usted realmente va a dichos festejos porque tiene algo que
conmemorar, que donde nosotros vemos cisma y herejía usted ve la semilla
de su primavera eclesial, que donde nosotros vemos resistencia heroica,
usted ve obstinados idólatras, intolerantes y adivinos.
Los silencios claman al cielo y hierven la sangre de los mártires
¿por qué nadie dice nada? ¿dónde están los cardenales y obispos? ¿dónde
están los sacerdotes y fieles? ¿cómo puede haber quien sigue tratando de
disfrazar de rosa todo esto para adormecer a los fieles?
Papa Francisco, se que nada de lo que yo pueda decir le va a
interesar lo más mínimo, pero quiero pedirle, por favor, que conmemore
usted todo lo que le de la gana de conmemorar -ya le pedirán cuentas de
ello- pero, por lo que Dios más quiera: NO EN MI NOMBRE.
Que Dios se apiade de nosotros.
Miguel Ángel Yáñez
Nota: Para una mayor profundización sobre el siniestro personaje de Lutero, recomiendo a todos los la serie de artículos “Lutero el monje maldito” basado en el trabajo del padre Alfredo Sáenz.
[1] Plinio Correa de Oliveira, Lutero: ¡no y no!